Creo en un mundo libre, donde cada individuo sea plenamente consciente.
Creo en un mundo donde la renovación sea real y liberadora, que no venga disfrazada de alternancia.
Creo en la alternativa verdadera que trae ideas nuevas y actitudes diferentes, al servicio de la consciencia individual.
Creo en la libertad que da la igualdad de oportunidades.
Creo en los seres conscientes que están libres de ataduras y heridas para que puedan ser una inspiración para los demás.
Creo en los seres libres que son un ejemplo para los demás porque no tratan de imponer sus ideas.
Creo en una sociedad que respete la individualidad y la auto-expresión.
Creo en un mundo en el que la creatividad está al servicio de la vida y del bien individual y colectivo.
Creo en un mundo capaz de mostrarse vulnerable, porque así seremos capaces de desterrar el miedo.
Creo en un mundo en que las heridas nos hacen ser mejores, no reactivos.
Creo en un mundo donde los disfraces son solo para el divertimento.
Creo un mundo en que todos aportamos nuestros dones para el bien común y donde la honestidad, la confianza en los demás y la inocencia sean valores, no una debilidad.