Escribo para conocerme. Una forma de mirarme al espejo, tomándolo con firmeza sin rehuir la mirada, desde el amor a lo que fui y a lo que soy, que no es lo que refleja el espejo. Buscar en el interior el diálogo amable unas veces, desgarrador otras, pero siempre con la intención de despojarme de todo lo que ya no tiene más sentido que continuar mi camino de descubrimiento personal y dejar atrás los personajes que me ayudaron a llegar al momento presente.
Lo comparto contigo porque algo que he descubierto en mi camino es que las vivencias de otros me han ayudado a reconocerme, y tal vez a ti te pueda servir igualmente lo que, desde mi mirada, he podido lograr aflorar, porque sé que el camino no es fácil, que tiene muchos momentos intensos y de soledad, unas veces buscada y otras impuestas por la vida.
Sé que leerlo, en lugar de escucharlo en un audio, nos ayuda a conectar mejor con nuestra voz interior, así como escribir nos ayuda a conectar con nuestra verdad y nuestra intuición. Sé que puede ser en algún momento revelador o que te puede confrontar, como me ha ocurrido a mí, pero también sé que es una manera de dar pasos hacia nuestra propia verdad, a escuchar nuestra propia voz y a descubrir quiénes somos reconociendo lo que ya no somos.
Un acto de valentía necesario para seguir adelante, superando las emociones, unas veces dolorosas, otras de melancolía, otras de añoranza, otras de felicidad, pero todas, transformadoras.
Gracias por estar, y por Ser.