Ya tenía ganas de escribirte unas palabras y contarte que hoy sentí ganas de mirar al pasado. Por un momento, no sé si de debilidad, la añoranza me hizo recordar otros tiempos. Para mi sorpresa en algunos casos tuve que hacer un gran esfuerzo y entonces entendí que debía dejar de intentarlo.
Todo ese esfuerzo estaba siendo energía que alimentaba viejos recuerdos que ya había dejado atrás, unos buenos, otros no tanto y por qué no decirlo, otros duros. Sin embargo, a todos les cerré la puerta porque mi energía empezó a cambiar.
Comencé a sentirme diferente y no me gustó la experiencia. Era como si comenzara a irse una parte de la alegría. ¿Te ha pasado a ti?
Al principio me pareció extraño porque antes no me ocurría, pero esto también tengo que dejarlo atrás. Mirar hacia adelante me hace sentir mejor y siento que así puedo dar paso a que ocurran cosas diferentes y mejores.
Esta práctica me hizo darme cuenta de que el camino recorrido ha valido el tiempo y las experiencias vividas porque así puedo estar en sincronía con los cambios que se producen ahora que todo parece ir tan deprisa.
¿Qué te parece?
Feliz día.