Hola, ¿cómo estás? Acabo de escuchar a alguien que valoro mucho porque entre otras cosas, para mí es un ejemplo de vida. Me llamó muchísimo la atención una frase que dijo especialmente: nuestra vida no nos pertenece.
¡Qué gran verdad! Cuando creemos que somos el centro de la existencia y actuamos como si lo fuéramos, cometemos tantas acciones inconscientes…
Nos dejamos dominar por un instinto básico y en lugar de dar la mano a otros para que continúen caminando o para levantarse si han tropezado, los agarramos y les obligamos a ir a donde nosotros queremos que vayan.
Llenamos el mundo de sinsentido y fantasías que nos distraen y nos alejan de lo que somos. Tal vez es un camino que necesitamos recorrer para darnos cuenta de que la dirección no es la correcta, sin embargo, no nos conformamos y con nuestra fuerza desviamos a otros también de su camino.
Un ejemplo más de que los apegos nos llevan a vivir pretendiendo apoderarnos de todo lo que encontramos sólo por el hecho de tener, porque en realidad no nos damos cuenta que ya nos tenemos.
Al darnos cuenta de que la vida no nos pertenece en su más amplio sentido, recuperamos la existencia, la consciencia.
Gracias por estar ahí.