Hola, me alegro mucho de poder escribirte nuevamente. Recuerdo cuando miraba a los animales y las plantas como seres ajenos a mí, como algo que pertenecía a un mundo inferior.
Recuerdo que cuando estudiaba inglés algo que llamó mi atención fue cómo al dirigirse a los animales de compañía utilizaban el pronombre personal como con las personas.
Me pareció algo muy interesante que hizo que comenzara a darme cuenta de que en realidad, si comparten nuestra vida como uno más en la familia, ¿por qué tratarlos como si pertenecieran a un nivel inferior?
Con el tiempo, al compartir mi vida con ellos como compañeros en casa, me di cuenta de que son seres muy especiales. Aprendí que tienen mucha consciencia, no de lo que son, pero sí de que forman parte de algo mayor: de la naturaleza y de este Planeta.
Esa consciencia no la tenía yo tan arraigada, por lo que no podía darme cuenta de esa consciencia suya, porque nada que no reconozcamos en nosotros podemos apreciarlo en su verdadera magnitud afuera.
¡Cuánto me han ayudado esos seres! Más pequeños, pero no inferiores ni menos importantes.
Gracias a todos ellos y gracias a ti.
Feliz vida.