Hola, ¿qué tal? Pensé escribirte ayer, pero al final me surgieron otras cosas y lo dejé para hoy. Últimamente mi mente salta de un lado para otro sin parar. Por momentos parece incontrolable hasta que me doy cuenta. Entonces se calma y parece que todo comienza a ir más tranquilo.
Me he dado cuenta de la diferencia que hay entre una mente sin control y acceder a una consciencia. La mente sin control trae una y otra vez asuntos que tienen que ver con personas o situaciones en las que me enredo con ellas, en las que no parece haber salida.
Para explicarlo de otro modo, es como si tuviera todo el rato conversaciones que no llevan a ninguna parte, en bucle. Es un viaje a ninguna parte.
Sin embargo, cuando miro hacia adelante, a la consciencia, surge una información que me aporta un punto de vista sobre algo o me muestra un camino a seguir que me puede llevar a otro lugar diferente o a continuar con un proyecto que esté desarrollando.
Son dos caminos: continuar en el mismo lugar siempre, o mirar hacia adelante como ocurrió el día en que comencé a escribirte.
Gracias por estar ahí.