Dicen que en nuestro interior está todo lo que necesitamos para desarrollar nuestra vida. Nacemos sin un manual de instrucciones. Nuestros padres tampoco lo tuvieron, ni sus padres, ni nadie que yo conozca hasta el momento.
Es posible que sea así, que poco a poco la experiencia y la vida vaya sacando de nosotros lo mejor y lo peor, para ir quedándonos con lo que nos conviene en cada momento. Luego desechamos lo que ya no nos es útil y volvemos a escoger algo diferente para seguir avanzando.
Poco a poco aflora esa sabiduría interior pero ¡a veces cuesta tanto que así sea…! Quizá porque quiere salir mucha información a la vez que no somos capaces de procesar, quizá porque estamos espesos y no la comprendemos, o simplemente porque precisa algo de tiempo para poder entenderla.
Habrá que tener paciencia y confianza en que también iremos aprendiendo a aprender a gestionar todo eso, a conocernos cada día. Hay días en que me siento tan diferente que me toco a ver si soy yo o es otro que habita en mí, tanto en positivo como en negativo. Con el paso del tiempo tengo la sensación de, estando en el mismo cuerpo, ser tantos Yos diferentes…
Bueno, veremos mañana con quién me encuentro.
Feliz día.