¿Qué tal? ¡Cómo nos enredamos con las cosas más banales! La mente nos propone en numerosas ocasiones todo aquello que no debemos hacer y nos pone a prueba constantemente.
El caso es que por tonterías nos vemos envueltos en bucles mentales, en diálogos absurdos, buscando justificaciones o alternativas para acabar haciendo aquello que nos habíamos propuesto no hacer más, como, por ejemplo, no comer pan.
Sabemos que nos sienta mal el gluten, no porque nos enfermemos, sino porque ensucia nuestros intestinos y provoca que no tengamos claridad, entre otras muchas cosas. Sin embargo, buscamos justificaciones para continuar comiéndolo y lo adornamos de tantas maneras que si esa imaginación la pusiéramos al servicio de nuestra vida seríamos capaces de crear una realidad asombrosa fácilmente.
Creamos así bucles sin salida que no nos llevan a alguna parte diferente y deshacemos todo lo que nos ha costado tanto esfuerzo, para volver a crearlo nuevamente, y así una vez tras otra. ¿Cómo lo ves?
Feliz día.