Hola ¿cómo estás? Resulta curioso cómo tantas veces escuchamos a otras personas decir algo tan importante como “mirar hacia adentro” en lugar de buscar afuera. Solemos culpar a los demás de lo que nos ocurre y nos olvidamos de mirar en nuestra casa, en nosotros. El Maestro dijo que buscáramos en nosotros en lugar de buscar la paja en el ojo ajeno.
Y caemos una y otra vez en el mismo error porque nos dejamos llevar por la dinámica del momento, por las emociones o por los sentimientos que podamos tener.
El caso es que perdemos así maravillosas oportunidades de encontrar aquello que nos hace repetir la misma historia una y otra vez. Si tenemos la fortuna de estar en una situación que nos inspira a mirarnos en el espejo, a vernos reflejados en aquellos a quienes juzgamos y nos damos cuenta de lo que nos impulsa a hacerlo, encontramos un verdadero tesoro.
El valor es incalculable porque no es algo tangible, pero nuestra vida se aligera de una manera incuestionable.
¡Cuánto pesar hemos cargado por no mirar en la dirección correcta! Sólo pido inspiración y claridad para que la próxima vez no tarde mucho tiempo en verme reflejado. Tú también eres una inspiración para mí que me das la oportunidad de reconocerme en ti.
Gracias.