Julieta, ¿cuántas historias nos contamos para no ver lo más evidente? ¿Lo hiciste tú así? ¿Quizá alguien de tu familia? Para no asumir nuestra responsabilidad creamos historias que nos desvían de nuestro camino. Puede ser por miedo, por ganas de experimentar o por no estar acostumbrados a elegir las situaciones más reconfortantes.
Estoy seguro de que tú de esto sabes mucho. Me gustaría tener contigo una conversación y que me contaras tu visión, no para hacer lo que tú hubieras hecho, sino para que me sirva de inspiración y tomar mis propias decisiones.
Lo veo como una forma de comprender que la visión que otras personas tengan de la vida, aunque para mí no sea totalmente adecuada, sí me es útil para descubrir la forma en que puedo encontrar para proceder y cuál es el horizonte al que dirigirme.
Si a ti te sirve ser honesta contigo misma, ese es mi anhelo, ahora, la forma de llegar a conseguirlo es mi propio camino, porque sé que si lo hiciera como tú, a mí no me serviría, pero sí ser honesto conmigo.
De alguna forma, conversemos unos momentos, estés donde estés. Gracias. Te invito a un café la próxima vez.