Un día más te escribo para contarte algo que para mí ha sido revelador. Muchas veces nos encontramos obstáculos en nuestras relaciones con otras personas por la intervención de terceras personas que se interponen y crean distorsiones.
Por supuesto que cuando esto ocurre es que algo en nosotros lo ha atraído y eso que se pone en evidencia por la intervención de esas otras personas es lo que existe en nuestro interior. Los culpamos por ser personas que crean mal ambiente y muchas veces no alcanzamos a comprender sus motivos.
En lugar de poner atención en lo que nos dificulta tener una mejor relación y que no nos afecte, comenzamos a enfrentarnos o nos apartamos a un lado. En cualquiera de los dos casos nos apartamos de nosotros y un día acabamos marchándonos dejando malas sensaciones en las personas que dejamos atrás.
Esto me ha ocurrido en otras ocasiones y fruto de eso al recalar en un nuevo lugar con otras personas acaba repitiéndose la misma situación. Por eso, debemos tratar de dejar los deberes bien hechos antes de irnos, superar nuestros propios obstáculos, dejando buenas sensaciones.
No podemos esperar que ocurra así con todos, pero lo importante es tener la sensación de que hemos superado una etapa y que ya no había nada más que hacer. La vida misma, que nos lleva al encuentro de nuevos retos.
¿Te he dicho alguna vez lo bien que me hace escribirte?
Gracias por estar ahí.