Una ola la borró y desapareció. Con la mirada perdida el horizonte se amplió y me transporté a otra dimensión.
Allí estabas tú, brillante, fulgurante. ¿Qué mano te dibujó? ¿Acaso fuiste tú, reclamando mi atención? ¿Tú y yo somos la misma mano artista?
El mar y yo sabemos que sí.