Seguramente ya nos hemos dado cuenta de que todo va cada vez más deprisa. Lo que ayer era útil, hoy ya quedó obsoleto o sin fuerza. Esto nos hace entrar en esa incertidumbre. Todo cambio trae consigo la falta de certeza y este cambio que estamos viviendo también lo hace.
Nos gustaría tener la certeza de qué va a ocurrir mañana, porque así podemos estar prevenidos o prevenidas ante cualquier acontecimiento que nos pueda ocurrir. Asimismo, nos gustaría que tuviéramos la certeza de qué hacer para tener un futuro más previsible, tomar las decisiones correctas y no tener contratiempos o sobresaltos que desestabilicen nuestra vida.
Que el cambio esté siendo tan profundo y en todos los órdenes de la vida, es lo que nos desestabiliza probablemente. Pero, ¿realmente lo estás? Conozco personas que sin tener conocimientos de teoría espiritual están viviendo todo esto con total normalidad. Otras personas, en cambio, están desorientadas, y otras, como perdidas.
Cuando vives desde una posición neutral, ves todo pasar a tu alrededor como una película y a ti formando parte de ella. Comprendes que todo es demasiado grande para pretender controlarlo. Cuando pretendemos controlar aparece algo más a lo que agarrarnos. Al hacerlo, necesitaremos soltar algo porque no es posible abarcarlo todo y perdemos el control sobre eso. Así comenzamos a estresarnos y esto trae consigo incertidumbre y la incertidumbre inseguridad por el estrés asociado.
Te darás cuenta que debes ir soltando y dejando el control para no entrar en un estrés cada vez mayor. Esta es tu elección. La dificultad que estés viviendo hará que llegues a tener la claridad para escoger una u otra situación, pero en cualquier caso, soltar es la clave.
Vivimos en un mar que unas veces está tranquilo, otras más revuelto y en otras en medio de una gran tormenta. Pero es la vida y es la enseñanza principal que nos trae esta época. Convivir con la incertidumbre para desde la calma encontrar nuevos caminos aún sin definir, entrar en un vacío existencial. Es nuestra intuición, como la que tienen esas personas que están viviendo sin estrés, la que nos va indicando el camino.
¿Es posible que la propia incertidumbre sea el camino? ¿Será ella la que nos indica que las soluciones a los mismos problemas de siempre, ahora deben ser diferentes? ¿Qué puedes hacer para encontrar tu propio camino?
No respondas ahora. Deja que el silencio lo haga. Que la voz del silencio hable por ti. Así será.
Feliz vida.